Hay padres y madres que
sobreprotegen a sus hijos e hijas, pero no tienen consciencia de ello y se
sorprenden cuando, por ejemplo, el profesor tutor les advierte de los problemas
que conlleva la sobreprotección.
Para saber si los padres
sobreprotegen a sus hijos precisan fijarse, en primer lugar, si les hacen las
tareas que podrían hacer ellos: si les dan la comida, si los visten, si les
hacen la cama; si se les ayudan mucho con “los deberes” escolares porque todos
los días les dicen que no los entienden; si les llevan la mochila del colegio,
sin reparar tan siquiera que es una responsabilidad de los niños…
Los padres necesitan caer en cuenta
que tiene sentido hacer determinadas tareas a los niños cuando tienen un año,
dos, quizá tres…, pero, a medida que van creciendo se hace preciso que, de forma
progresiva, se hagan cargo de sus cosas. Si los padres no lo hacen así, de
alguna manera les están invalidando, dado que no los consideran capaces de
asumir sus responsabilidades.
También los padres necesitan
observar si permiten a sus hijos decidir sobre los temas que les conciernen, ya
que con frecuencia tienden a considerarlos demasiado pequeños.
Las personas estamos tomando
decisiones continuamente a lo largo de la vida, por lo tanto, los niños
precisan formarse en el hecho de elegir y, a la vez, en aprender a aceptar las
consecuencias de sus elecciones. Por consiguiente, estará bien que vayan
decidiendo sobre cuestiones, como: qué ropa ponerse (dentro de la que consideren
razonable); la forma de organizar su tiempo libre; u opinar sobre dónde les
gustaría ir de vacaciones. Si los padres no actúan en esa dirección estarán
contribuyendo a crear niños dependientes y con poca seguridad interna.
Asimismo los padres sobreprotegen cuando
no tienen la coherencia y la firmeza necesaria para mantener los límites (aquellos
que entiendan como razonables para cada situación). A veces basta un pequeño
berrinche, o unas palabras, como: “Mamá, es que tú no me quieres”, para que los
niños logren saltarse el límite.
El amor a los hijos resulta compatible
con el establecimiento de los límites y, si los niños no los incorporan cuando
corresponde, resulta bastante probable que tendrán problemas de adaptación, ya
que tenderán a no aceptar ni respetar las normas.
Pepe López Sánchez, profesor del CP
José A. Labordeta y miembro del MRP Aula Libre. jlopezsanc@educa.aragon.es
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